Cuerpos vestidos y patrimonio digital: código cultural para disminuir la desigualdad generada por las digital tech

La realidad contemporánea está compuesta por capas superpuestas de sistemas que se yuxtaponen e interrelacionan para crear el entramado de valores y comportamientos que nos definen como sociedad. Por tanto, los aportes al nuevo conocimiento que brinda esta investigación se centran en el análisis de la relación entre la realidad tecnológica que habitamos y las consecuencias de esta en la capa biológica, y cultural de nuestro mundo. En los últimos años hemos visto como la computación avanza a nivel exponencial permitiéndole a los sistemas tecnológicos incidir en la manera como nos relacionamos y como vivimos. La computación ha sido usada para crear un mundo doble de datos que no solo es una representación virtual de nuestra capa sociocultural y biológica, sino que incide directamente la construcción de estos sistemas, donde un cambio o decisión que se tome en uno afecta toda la cadena.
A esta carrera de la tecnología digital por crear ese doble de datos de las otras realidades se suman los retos ya existentes. Esta investigación se dirige a uno en concreto: las brechas de desigualdad que emergen de esta carrera y repercuten en la insostenibilidad de comunidades avasalladas ante un despliegue tecnológico —que no es natural para ellas— y sus consecuencias. Dentro de las que se destaca la pérdida de diversidad cultural y patrimonio histórico material e inmaterial, en la forma de artefactos y técnicas que componen la construcción y representación del cuerpo-vestido en tanto repositorios de los signos de una cultura.
El deseo de alcanzar esa representación en los entornos digitales hace parte de los esfuerzos de aquello que se denomina patrimonio virtual, pues a través de herramientas como las inteligencias artificiales los bienes tangibles e intangibles se virtualizan bajo la premisa de su rescate y preservación
El impacto artístico y cultural de esta investigación se inscribe en las reflexiones propias de las humanidades digitales, pues no se trata solo de vaciar la información sobre cuerpos vestidos diversos en comparación con un referente universal, sino de las posibilidades que trae su reconocimiento como lo son la participación y la cooperación con otros. La sola presencia de estas comunidades no solo como datos-imagen sino como potenciales creadores en estos entornos, plantea interrogantes sobre las posibilidades de transformación de su propia cultura material digitalizada. Una comprensión del patrimonio como construcción social (Vélez-Granda, 2016) [1]en expansión que se transforma con la comprensión de los entornos digitales no solo como medios sino como territorios.
Como obras de creación los cuerpos-vestidos IA son objetos que dialogan con el pasado, más que novedades puramente tecnológicas u obras de entretenimiento, pues emplean redes neuronales entrenadas en bases de datos culturales existentes (Manovich y Arielli, 2021). Por tanto, los nuevos cuerpos vestidos que se crean a partir de estas tecnologías generativas no pueden perpetuar la desinformación.