Bucaramanga, ciudad ejemplo

En la revista Dinero de septiembre de 2017, Eduardo Lora titulaba su columna de opinión “Aprendamos de Bucaramanga” en donde resaltó que en nuestra ciudad se tiene la tasa de desempleo más baja y la segunda de participación más alta de todas las ciudades colombianas, adicionalmente dos de cada tres mujeres participan en el mercado laboral, y que además se encuentra empleo más rápido que en cualquier otra ciudad. ¿Pero cómo se logran estos indicadores tan positivos? ¿qué estamos haciendo para lograrlos, porque muchos de nosotros ni lo creemos? El mismo autor responde que esta situación se da por cinco poderosas razones: la educación, la cultura feminista, el número de guarderías y preescolares, las distancias y por último, el empleo temporal y tercerizado. Frente a la educación, a esa misma conclusión llegó un estudio del Banco de La República, realizado por María Aguilera Díaz en el 2013, que plantea que una de las fortalezas de Bucaramanga y su área metropolitana “son las instituciones de formación técnica y superior, reconocidas por su alta calidad en el contexto regional y nacional, que han generado un capital humano con buen nivel de educación, y centros de investigación y desarrollo de tecnologías”. En cuanto a la cultura feminista, a nivel nacional, tenemos fama de ser bravas, pero realmente somos de temperamento fuerte y de armas tomar. Cualidades que nos permite trabajar, ser emprendedoras, asumir retos, porque como lo afirma el sociólogo Chalo Flórez, somos “… berracas, muy buenas para el trabajo, muy frenteras, sinceras. Tienen ese espíritu rebelde de heroínas como Manuela Beltrán o Gallardo. La mujer santandereana pelea por lo suyo, son mujeres muy inteligentes y no comen entero.” En el número de guarderías y preescolares nos falta, pero es interesante saber que esta cobertura en la ciudad es del 70%, solo superada por Medellín y Cúcuta; lo que les permite a las mujeres emplearse, porque tienen un lugar para dejar a sus hijos al cuidado de personas capacitadas. Respecto a la movilidad y distancias, si bien nos quejamos de los trancones debemos ser conscientes que aún tenemos la fortuna de trasladarnos de Bucaramanga a otros sitios del área metropolitana, en menos de treinta minutos. En cuanto al empleo temporal y tercerizado, lo ideal es que fuera más permanente y directo, porque generaría más estabilidad y estrategias de productividad al lograr mayor conocimiento y experiencia en áreas específicas de la industria, claves para sus procesos manufactureros o de servicios, más aún, ahora que recibimos a hermanos venezolanos, quienes llegan a nuestra ciudad buscando oportunidades laborales como muchos colombianos lo hicieron cuando migraron a Venezuela el siglo pasado.